Se sabe que en cada proceso eliminatorio, México es el equipo menos bienvenido en canchas ajenas. Más allá de lo deportivo, el Tri cae mal a varias aficiones por distintos motivos. Debido a eso, se ejercen un sinfín de acciones o maniobras para causar presión, malestar e incomodidad a los seleccionados mexicanos, tanto con el propósito de distraerlos como para hacerles sentir desprecio.
El Salvador en 1993
Los salvadoreños estaban eliminados, no peleaban nada, salvo el orgullo de querer amargarle la clasificación a México por una cuestión de animadversión social, cultural y deportiva. Mandaron a hacer una manta que decía “Al Mundial no vamos, pero a México le ganamos” como si fuera una declaratoria de guerra. En ese instante, la necesidad de vencer al Tri le surtió efecto y ganó 2-1.
Honduras en 1993
Le salió el tiro por la culata a los locales. Su deseo de incomodar a México terminó perjudicando a los propios hondureños. Y es que aparte de la presión en las tribunas, la táctica catracha también consistió en que sus seleccionados patearan sin piedad a los tricolores. Y sí, lo hicieron, pero como consecuencia de esas faltas, México anotó goles. El Tri se impuso 4-1 de visita.
Honduras en 2008
La presión hacia el Tri fue por partida doble. Primero por ser visitante en una cancha donde no es bienvenido. En segunda porque la afición mexicana pedía la salida de Sven-Göran Eriksson como entrenador. Como era de suponerse, todo estalló en esa visita a San Pedro Sula: Gerardo Torrado y Carlos Vela fueron expulsados por propinar patadas, Oswaldo Sánchez terminó pidiendo clemencia al rival y México perdió.
Panamá en 2016
El resultado quedó incluso en el olvido. Fue un empate sin goles. Pero la previa del juego fue demasiado intensa por los antecedentes inmediatos entre ambos equipos. La afición panameña recibió a los mexicanos con demasiado rencor y ánimo de venganza por colarse en el repechaje mundialista de 2014 de último segundo y por el penalti regalado al Tri en la Copa Oro de 2015. Andrés Guardado fue de los futbolistas más odiados por haberse negado a fallar ese tiro en señal de Fair Play.
Estados Unidos en 2021
El movimiento de llevar el partido a Cincinnati fue favorable. Además de obtener un buen resultado y tener alejada a la población mexicana que radica en ese país, la selección estadounidense propició el fortalecimiento del vínculo entre su equipo y afición, lo que pudo manifestarse con cartelones pegados en inmediaciones del estadio, altavoces en las gradas para pronunciar proclamas y expresiones corales de apoyo a sus jugadores.