Desde hace exactamente treinta años, el futbol tal y como lo conocemos cambió en todo el planeta. El paradigma se volvió diferente a causa de una normativa instalada en el año 1995, que persiste hasta la actualidad y que ha generado una modificación radical entre los recursos de unos y otros equipos del universo: la “Ley Bosman”.
Esta reglamentación estableció, como uno de sus puntos clave, la eliminación del cupo de extranjeros comunitarios en Europa. Aquella medida le dio la posibilidad a los equipos de la UEFA de incorporar cualquier cantidad de comunitarios, abriendo la puerta a la globalización del fútbol del Viejo Continente, facilitando la llegada de mejores jugadores, concentrando el talento y ampliando sus oportunidades de mercado.
En detrimento de esa imposición legal, así como la balanza se inclinó a favor de los europeos, simultáneamente todo se vino abajo para los latinoamericanos, de donde han salido a lo largo de la historia los mejores futbolista. Esta ley ha tenido una influencia indirecta y profunda en la brecha entre equipos europeos y del resto del mundo, afectando la competitividad de ambos en torneos como el Mundial de Clubes.
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¿Cómo afectó la Ley Bosman al Mundial de Clubes 2025?
Desde la Ley Bosman, los clubes europeos fichan libremente a jugadores comunitarios y con doble nacionalidad, lo cual ha provocado que la mayoría de las figuras latinoamericanas terminen en Europa. Así, los equipos europeos llegan con planteles mucho más fuertes y con los mejores futbolistas del mundo, incluidos los que reclutaron de otros continentes, mientras quelos clubes latinoamericanos han perdido la capacidad de retener a sus estrellas que ellos mismos han criado y formado, y afrontan el torneo con menores armas.
Consecuentemente, al tener mejor calidad de futbolistas y por lo tanto mejores plantillas con más figuras, Europa se ha vuelto el destino preferido de sponsors, derechos de TV y capitales internacionales que hacen fuertes inversiones económicas, y eso ha conllevado que los clubes de Europa construyan presupuestos abismalmente superiores a los de América, Asia o África para seguir fichando e incluso edificando mejores instalaciones para potenciar a sus jugadores, lo que hace difícil competir en igualdad de condiciones en competencias intercontinentales como esta de FIFA.
En la actualidad es muy común observar que los jugadores de Latinoamérica, cada vez desde más jóvenes, se vuelven comunitarios para Europa porque saben que así tienen más chances de ‘llegar’. Eso hace que se produzca un tempranero éxodo de juveniles, que no alcanzan a consolidarse en sus equipos de origen y sí lo hacen en su destino lejos de casa. Así, los equipos latinoamericanos rara vez pueden mantener un plantel competitivo con madurez y experiencia, llegan con equipos menos experimentados o en reconstrucción, mientras que Europa mantiene jugadores en plenitud.
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¿Por qué la Ley Bosman se llama así y quién fue Bosman?
La denominación de la regla surge del nombre de Jean-Marc Bosman, un ex futbolista de Bélgica, que en el año 1990 presentó una demanda, que llegó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que en 1995 falló a su favor. El belga no tuvo una carrera destacada como jugador profesional, pero hasta el día de hoy sigue siendo recordado gracias a este postulado.
Inicialmente, la denuncia que había comenzado el futbolista contra su club (RFC Liège) y contra la Federación de su país era porque, al finalizar su contrato, no le permitieron fichar libremente por un equipo de otro país (Dunkerque de Francia) ya que exigían un pago de traspaso, aunque su vínculo contractual había terminado. Con la Ley, se garantizó la libertad de los futbolistas de la Unión Europea para fichar gratis por otro club al terminar su contrato.
Sin embargo, y aquí la importancia vinculada con el Mundial de Clubes, en la demanda, Bosman también cuestionó una norma de la época que limitaba la cantidad de jugadores extranjeros, incluso si eran ciudadanos de la Unión Europea. Su argumento fue que esos límites violaban el derecho a la libre circulación de trabajadores dentro de la UE, garantizado por las leyes europeas. Según esa lógica, un futbolista francés, belga o español no debía ser considerado “extranjero” en otro país de la UE. Por eso, el fallo también eliminó los cupos para jugadores comunitarios, permitiendo que los clubes europeos pudieran tener tantos jugadores de la Unión Europea como quisieran. Y eso se extendió a todo el planeta, generando las desigualdades que existen hoy en día entre Europa y Latinoamérica y el resto del mundo.
Jean-Marc Bosman, un personaje discutido en el mundo del futbol.
