Las redes sociales se inundaron de sorpresa y felicitaciones. Fue una hora y media en el que el mundo del atletismo celebraba una marca inédita: Ryan Crouser había quebrado su récord bajo techo por 56 centímetros en lanzamiento de bala en los Millrose Games.
Varias cosas llamaron la atención, por ejemplo que el propio estadounidense cuando vio el registro ni siquiera se alegró. Era una alarma: algo no estaba bien. Y 90 minutos después todo desapareció. Ni récord, ni marca ni felicitaciones. ¿Qué pasó?

Algo andaba mal con el lanzamiento. (Foto: redes sociales)
Esos 23,38 metros de su segundo lanzamiento que hubiesen significado el más largo de la historia tanto bajo techo como al aire libre resultó estar mal medido. El sistema láser utilizado para medir los lanzamientos en la competencia no funcionó correctamente, lo que provocó que se calculo habrá estado en el rango de los22.50 metros figurara en el sistema como23.38. Crouser tiene el récord mundial, que logró en los Trials de USA, en 23.37.
Por la tarde, los registros se borraron y el evento cambió su estatus a Cancelado. Esta era la primera competencia del lanzador, era consciente de que no estaba para realizar un lanzamiento de tal magnitud y -además- conociendo de memoria las distancia, desde el primer momento se dio cuenta de que algo andaba mal.





