El Lanzamiento de Bala masculino tiene un absoluto dominador y es Ryan Crouser. El estadounidense, quien venía de romper el récord mundial en junio pasado, quedó a siete centímetros de volver a superar dicha marca, lo que igualmente significa un nuevo récord olímpico y la medalla de oro en estos Juegos Olímpicos de Tokio.
Crouser era el gran favorito a ganar la final del Lanzamiento de Bala y no dejó dudas este jueves en la definición. Ya desde su primer intento se puso al frente, lugar que nadie le pudo quitar. Ese 22.83 metros luego fue superado por el 22.93 del segundo intento, lo que ya significaba mejorar el récord olímpico que él mismo había conseguido en Río 2016.
Sin embargo, Ryan Crouser tenía en su mente ir por un nuevo récord mundial y en su último lanzamiento casi lo consigue, pero quedó a siete centímetros de los 23.37 metros, que logró en el mes de junio en Eugene. Finalmente, con marca de 23.30 metros logró el definitivo récord olímpico para ganar la final y adjudicarse la medalla de oro, su segunda consecutiva.
El podio del Lanzamiento de Bala lo completaron el estadounidense Joe Kovacs, medalla de plata con 22.65 metros, y el neozelandés Tomas Walsh, quien con su mejor marca de la temporada, 22.47 metros, logra la presea de bronce. Detrás de ellos quedó el brasileño Darlan Romani (21.88 metros) y el italiano Zane Wier (21.41 metros).
Ryan Crouser dedica triunfo a su abuelo difunto
Tras ganar con comodidad la medalla de oro, Crouser dedicó su triunfo a la memoria de su abuelo difunto, quien fue la persona que lo metió de lleno en el Atletismo y más especificamente en el Lanzamiento de Peso. Agarró una carta donde se leyó el siguiente mensaje: "Abuelo, lo hicimos. Campeón olímpico 2020" y lo mostró a las cámaras de televisión y a los reporteros gráficos presentes en la pista del Estadio Olímpico de Tokio.
