Atlético de Madrid se metió en octavos de final de la UEFA Champions League y gran parte de esa clasificación se la debe a Antoine Griezmann. El delantero volvió a ser decisivo en una de las grandes noches rojiblancas para salvar los muebles del equipo de Diego Pablo Simeone, quienes no estarían celebrando ahora mismo gran cosa si no fuese por los tantos del galo en lo que vamos de Orejona.

Griezmann pudo finalmente redimirse de unos primeros meses en Atlético marcados por los pitos, el recelo de la afición a su regreso tras un paso en falso por Barcelona y las dudas sobre su nivel. El francés trabajó en silencio mientras iba sumando goles en una Champions que no contaría con los Colchoneros en octavos si no fuese por la pegada de un delantero que ya acumula 4 tantos en el torneo de clubes más importante del mundo.

“Nunca dejamos de creer. Habíamos preparado el partido. El resumen de esta fase de grupos y de este partido es el Atleti. Ojalá podamos hacer una buena campaña en la Champions. Somos un grupo y necesitamos de todo el mundo para llegar hasta donde queramos. Nunca dejamos de creer. Habrá momentos buenos y malos pero en los malos necesitamos de nuestra afición y siempre están”, comentaba anoche tras ser elegido como el jugador del encuentro ante Porto.

Evitando la hecatombe

Uno para empatarle al Milan en San Siro, dos al Liverpool en el Wanda y otro más contra los portugueses en Do Dragao para abrir la cuenta antes de asistir a Correa. Los goles de Griezmann se traducen en puntos para un Atlético que está en octavos con apenas 7 unidades en un grupo que fue el de la muerte hasta el último minuto.

Si pasamos sus tantos a puntos, los goles de Antoine Griezmann suponen 4 de los 7 que los Colchoneros acumularon en la fase de grupos más dramática que se recuerde en los tiempos de Diego Pablo Simeone. El Principito tuvo su redención en un equipo que el domingo ante Real Madrid, espera culminar con éxito la semana más decisiva de la temporada.