Inter tuvo un arranque feroz en donde golpeó fuerte a Milan para llevarse el primer Derby della Madonnina en esta serie semifinal de la Champions League. Fue 2-0 para los Nerazzurri en el duelo de ida disputado en San Siro. Los goles de Edin Dzeko y Henrik Mkhitaryan en 11 minutos de partido le alcanzaron a los de Simone Inzaghi para llevarse este primer cruce. Todo se definirá la próxima semana en el mismo escenario.

Ese arranque de partido marcó la diferencia en el marcador, pero evidenció un poco lo que fue Milan en defensa: ciertos errores infantiles por marcar a hombre y muchos espacios para atacar de sus rivales. Si bien hubo una reacción rossonera en la segunda parte, no tuvo la misma contundencia que su rival para marcar.

En el primer gol de Dzeko, falló Calabria al no poder ganarle por potencia al bosnio. El delantero de Inter tuvo tiempo para acomodarse y, antes de que pique el balón en el suelo, puso su pie de forma perfecta para que salga un remate imposible para Maignan. Balón al ángulo y grito de gol para los de Simone Inzaghi en apenas ocho minutos de juego.

Apenas tres minutos más tarde, una buena jugada por la izquierda de Dimarco terminó en un centro atrás que Lautaro Martínez dejó pasar para desacomodar a la defensa y eso permitió que Henrik Mkhitaryan entre en soledad al área. Mano a mano ante Maignan definió al medio de la portería para sentenciar el 2-0. Dos llegadas de Inter y dos goles para una efectividad perfecta.

Ni el más optimista aficionado de Inter, mucho menos el más pesimista de Milan, podría haber pensado en este arranque. Sin embargo, los Nerazzurri dejaban al descubierto cualquier error milanista. Y pudieron haber más goles: un remate de Mkhitaryan al palo y una jugada de Lautaro Martínez terminó con un penal cobrado por Gil Manzano, pero que, luego, fue verificado mediante el VAR y, finalmente, anulado

Milan casi no tuvo reacción en la primera mitad, salvo por alguna jugada de Brahim Díaz y alguna subida de Tonali. En la segunda parte, cambió esa postura y lo fue a buscar decididamente. En esos primeros minutos del complemento, Brahim y Messias tuvieron dos disparos similares que pasaron muy cerca del palo y podrían haber cambiado el rumbo del partido.

 

Inter supo reaccionar con un mano a mano de Dzeko, que Maignan salvó en la jugada más clara de los de Inzaghi en esa segunda mitad. Mientras que Tonali también tuvo la suya con un disparo que dio en el palo. Esa efectividad y precisión de la primera mitad en los Nerazzurri le sacaba ventaja al equipo de Pioli, que extrañó horrores la ausencia de Rafael Leão, además de haber sufrido la baja de Ismaël Bennarcer en el primer tiempo.

Inter logró sostener el partido en los últimos minutos, en donde Milan ya se mostraba casi rendido y a la espera del final. El 2-0 es una ventaja importante para los de Inzaghi, aunque no definitoria, más tratándose de un rival histórico. Sin embargo, los Nerazzurri tienen con qué ilusionarse.