La crisis económica en el fútbol producto del coronavirus está lejos de terminarse. Pese a haber podido finalizar la última temporada sin mayores inconvenientes e incluso con el regreso de los aficionados ya pactado para el mes de octubre, Europa sigue perdiendo dinero y una de sus cinco grandes ligas está al borde del abismo.
L’Equipe entrevistó en los últimos días a Jean-Marc Mickeler, presidente de la Dirección Nacional de Control de la Gestión para consultarle sobre el daño que ha generado la pandemia en los clubes de la Ligue 1. Los resultados tanto a corto cómo largo plazo, ponen en jaque el futuro de varios equipos referentes e históricos del fútbol galo.
ver también
"Mbappé no aguantará la presión"
“Al final de la próxima temporada, dependiendo de los traspasos que se realicen, tendremos una pérdida de entre 500 millones y mil millones de euros para los clubes. Los accionistas tendrán que poner el bote en una situación (pero) muchos de ellos están al final de su capacidad o voluntad para tapar los agujeros. Lo peor está por venir”, empezaba el dirigente sobre la dura situación del fútbol francés.
1400 millones de perdidas desde que empezó la pandemia
Mickeler dejó en claro que el no haber podido terminar la temporada 2019/2020 ha sido el principal daño a la económica del fútbol francés, donde se espera por situaciones terminales: “No podemos descartar la quiebra al final de la temporada. Porque con mil millones de deuda, capital cero, una operación que genera más de mil millones de pérdidas, ya no hay instituciones financieras ni fondos que acepten financiar el fútbol francés”.
“Hay que ser muy valiente a la hora de reformar el modelo. Se deben tomar medidas sin demora. Los clubes deben reducir su nómina. El número de jugadores bajo contrato debe limitarse a 25, excluidos los entrenados en el club. Hoy, en promedio, hay 37 jugadores por club”, analizaba quien propone una reforma absoluta en el fútbol francés de cara a evitar una ola de quiebras en la Ligue 1 y Ligue 2.
El primer grande ya comprometido fue Girondins Burdeos, quien estuvo a un paso de la desaparición producto de sus numerosas deudas. Según marca Mickeler, la mayoría de los clubes que entren en dicha situación no contarán con la misma suerte, por lo que solo una reforma integra del campeonato puede evitar la refundación de varios históricos.