La llegada de los jeques del fondo PIF al Newcastle desató una batalla sin precedentes en la Premier League. Una que no se dio por que fuese un hecho extraordinario, sino por los tiempos en los cuales Mohammed Bin Salman y compañía llegarán a ST. James Park en medio de los escándalos que envuelven al príncipe saudí. Meses después de la compra, los clubes de la primera división inglesa dan su primer golpe en los despachos.

Hasta 18 equipos se han manifestado en contra de una operación que genera ruido cada día. 320.000 millones de dólares han llegado a las Urracas por medio de un fondo de inversión que tiene como mínimo, una estrecha relación con el gobierno de Arabia Saudita. Tras algunas reuniones entre los clubes para evitar que Newcastle pudiese gastar con toda en el mercado de inverno, la Premier se cobra su primera víctima.

Y es que desde Reino Unido reportan que en las próximas horas llegará el primer bombazo post compra del Newcastle que empezará a marcar el futuro de las Urracas en la primera división inglesa. Los jeques se quedarán sin un particular aliado que ya venía teniendo problemas con el resto de los clubes y habrá que ver quien se queda con su trono en los últimos meses de una temporada que apunta a estar cargada de reuniones para dinamitar el proyecto del nuevo rico del fútbol británico.

Histórica salida

Concretamente, The Guardian reporta que en las próximas horas se hará oficial la renuncia del presidente de Premier League. Así como lo oyen, Gary Hoffman, máximo dirigente de la mejor liga del mundo, tendrá que dejar su cargo luego de que más de la mitad de los clubes le hayan pedido que de un paso al costado por su acercamiento con los jeques del Newcastle y su tremenda pasividad ante la operación que terminó con el desembarco de estos.

El empresario ya venía teniendo problemas con los clubes por su permisividad al proyecto de la Superliga europea el pasado mes de abril, donde fueron los equipos y no el ente quienes boicotearon junto a los políticos el torneo que pretendía reemplazar a la Champions League. La Premier League arde en lo que es una nueva declaración de guerra de los clubes al nuevo rico de las islas.