Mino Raiola ha sido expulsado de uno de los gigantes de la Serie A. El polémico y exitoso representante de jugadores no podrá acceder más a las reuniones entre sus futbolistas y el club cuando entre las dos partes negocien una renovación de contrato. Italia empieza a ponerse firme con un gremio que cada vez pide más a las instituciones.

Durante los últimos años su papel en el fútbol ha cambiado para siempre, convirtiéndoles en una parte determinantes de las decisiones que toma un jugador a la hora de escoger su próximo destino. Mino Raiola, Jorge Mendes o Jonathan Barnett son solo un ejemplo de como los agentes vienen pisando fuerte en un deporte con cada vez más dinero en juego. En Italia se cansaron del primero y no le permitirán hacer parte de las negociaciones para renovar a uno de sus jugadores.

La historia nos lleva a la ciudad de Milan, donde La Gazzetta dello Sport asegura que el equipo Rossoneri ha terminado cualquier tipo de la relación con el agente. Uno que todavía tiene sus brazos en San Siro con Zlatan Ibrahimovic y Alessio Romagnoli, pero que no podrá hacer más parte de las charlas para decidir el futuro de los jugadores en la entidad. Paolo Maldini se cansó de las ‘extorsiones’.

Donnarumma, el detonante de todo

AC Milan y Alessio Romagnoli mantienen negociaciones ahora mismo para renovar o no el contrato del defensor de 26 años. Uno que quedará libre en junio y que gracias a su deseo de quedarse por la capital de Lombardía, habría aceptado cortar con su agente para llegar a un acuerdo con el gigante del norte. Se acabó la era Raiola.

El punto de inflexión en la relación entre club y empresario llegó con la salida de Gianluigi Donnarumma al PSG. En Milan están convencidos que el agente convenció al portero de dejar San Siro tras una vida como Rossoneri, a quienes pidió 20 millones de euros como prima de renovación por solo dos temporadas. ¿Empieza el final de los representantes en el Calcio?