A prinicipios de septiembre, por la cuarta fecha del Grupo I de las Eliminatorias de UEFA con pasajes hacia el Mundial de Qatar 2022, Inglaterra había visitado a Hungría y lo goleó por 4-0. El foco en los días siguientes pasó por el ambiente que se vivió en el estadio y las suspensiones posteriores. 

Es que los futbolistas del conjunto de Gareth Southgate tuvieron que escuchar insultos racistas y ser objetivos de cervezas arrojadas durante todo el partido. La Football Association (FA) pidió sanciones severas tras los hechos y finalmente hubo respuestas de las autoridades. 

 

FIFA sancionó a Hungría con multas por más de 200 mil dólares y dos partidos a puertas cerradas por los insultos discriminatorios. El último sábado, también por Eliminatorias, recibieron a Albania sin público en lo que fue victoria para la visita por 1-0. 

Este martes en Wembley, los hinchas húngaros volvieron a protagonizar hechos repudiables cuando comenzaron a tomarse a golpes de puño con la policía que estaba en el estadio. Se vivieron minutos de tensión hasta que la situación pudo controlarse. 

John Murray, periodista presente en el lugar, relató a BBC radio: "La situación en las tribunas se ve seria. Se están arrojando golpes. Los incidentes parecen estar moviéndose hacia los anillos". Finalmente, el partido pudo comenzar con tranquilidad con posterioridad a los hechos violentos.