Parecía improbable al comenzar el año, pero las cosas cambiaron en Barcelona, con el transcurso de los partidos y sobre todo desde la llegada de Pierre Emerick Aubameyang, su gran amigo y al equipo de Xavi, todo ha cambiado para Ousmane Dembélé.

El jugador le ha confesado a su compañero, y también al entrenador que quiere seguir en el Barcelona. Y esa ha sido una movida clave. Xavi tras hablar con el futbolista ha intercedido por el club con el jugador, y por el jugador ante la directiva, y ya ha logrado que haya una reunión decisiva.

Xavi y Dembélé (Getty)

Xavi y Dembélé (Getty)

En la última conferencia de prensa, el DT volvió a mostrar su deseo porque se de una pronta solución al tema: "Es un jugador profesional, comprometido y con una capacidad tremenda de marcar la diferencia. Es un jugador querido, positivo, no tengo ninguna queja y al contrario creo que nos está dando mucho".

El primer acercamiento entre sus empresarios, Moussa Sissoko y Marko Litschteiner, con Mateu Alemany, el director de fútbol en FC Barcelona se dio en Marrakesh, y la reunión ha dejado algunas primeras conclusiones.

El Club Culé ya no tiene la idea de que Dembélé tiene algo firmado con otro club, pero les han dejado en claro que sí tiene ofertas. El PSG es uno de ellos, y desde Barcelona saben que para contar con él habrá que seducirlo de una manera atractiva.

El gran problema en la negociación está en la prima, si Dembélé se va a otro club, recibirá un monto que el club de destino abonará al futbolista por llegar en calidad de libre, si se queda en Barcelona, el club cree que no debe abonar un monto, mientras que los agentes creen que es un requisito. Ese parece ser el punto más difícil de solucionar, en una relación que estaba rota, pero que Xavi curó con su gran capacidad de manejo grupal.