La cosas simplemente no pueden salir peor para los Golden State Warriors, que, además de ser borados de la cancha con otra humillante derrota, también perdieron a su máximo referente histórico por lesión.
Un desafortunado choque en el que el pívot Aron Baynes aterrizó sobre la muñeca de Stephen Curry, causó que sus 118 kilos fracturaran la mano izquierda del 2 veces MVP de la liga, que obviamente debió abandonar el tabloncillo inmediatamente.
Poco después, los Warriors confirmaron que su base estrella tenía una fractura y, si bien aún no confirman el alcance específico o el tiempo esperado de recuperación, es bien sabido que este tipo de lesiones dejan fuera a cualquiera durante, al menos, cuatro semanas.
Los Warriors ya venían padeciendo en ambos costados del juego aún con Curry jugando a un excelente nivel, por lo que su baja podría hundirlos aún más en su primera temporada de reconstrucción sin Kevin Durant.
Al momento de su lesión, Stephen había anotado 9 puntos con 5 rebotes y 6 asistencias en 21 minutos de juego, y sus Warriors terminaron perdiendo ante los Phoenix Suns por 11 puntos un partido en el que estuvieron atrás hasta por 29 al final del primer período.
