Gracias a un gol de Edgar Méndez, quien ingresó faltando 11 minutos, el conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino venció 1-0 a Celta de Vigo y clasificó a la final de la Copa del Rey. ¿Su próximo rival? Será nada menos que Barcelona.

Este miércoles, en el estadio Mendizorroza, Deportivo Alavés y Celta de Vigo se enfrentaron por la semifinal de vuelta del certamen español en busca de un lugar para el partido decisivo frente al Blaugrana.

Durante la primera etapa, el encuentro tuvo varias situaciones de gol. En primer lugar, Deyverson avisó con un disparo que contuvo muy bien el arquero Sergio Álvarez. Un rato más tarde, Iago Aspas -de buen papel- respondió por el lado del Celeste con una buena jugada dentro del área chica.

Pero el Alavés encontró el camino para complicar al Celta: jugó el partido de contra. Y de esa manera logró darle dolores de cabeza a su rival en los primeros 45 minutos.

En la segunda mitad, no hubo demasiadas acciones en de peligro. Los nervios comenzaron a invadir el campo de juego y daba la sensación de que se iba a disputar un alargue.

Sin embargo, los 79 minutos, Edgar Méndez ingresó en lugar de Gaiza Toquero y, tan sólo un instante después, encontró una pelota en la medialuna del área, avanzó y definió por encima de Álvarez. Y sí, el Alavés tenía el boleto a la final con Barcelona desde el banco de suplentes.

De esta manera, el conjunto comandado por el argentino Mauricio Pellegrino disputará por primera vez en su historia, el choque decisivo de la Copa del Rey.