La situación de tensión social y política que se vive actualmente en China es sumamente grave, pues miles de personas han tomado las calles para exigir un cambio de sistema de gobierno y una transición hacia la democracia.
En este sentido, Daryl Morey, gerente de los Houston Rockets, se tomó la libertad de enviar su apoyo a los protestantes a través de su cuenta de Twitter, lo que encolerizó a las autoridades y fanáticos chinos.
Desde entonces, China ha amenazado con dejar de transmitir partidos de la NBA, los fanáticos han boicoteado a la liga e incluso algunos partidos de pretemporada están en tela de juicio actualmente.
Asimismo, se pudo apreciar cómo se borraban murales de Tracy McGrady, James Harden y el logo de los Rockets en canchas chinas, para confirmar la ruptura de relaciones de la nación con la liga.
Es importante señalar que los Rockets cuentan con una enorme base de fanáticos en China desde la época de Yao Ming, principal embajador de la NBA en el continente asiático, por lo que este desastre de relaciones públicas y mercadeo tendrá un enorme impacto económico para ellos.