A pesar de que parece que ya nadie se sorprende con lo que hace noche a noche, la realidad es que James Harden ha sido el jugador más difícil de defender desde el inicio de la campaña hasta ahora.
Y es que, con promedios de 35.3 puntos, 6.4 rebotes y 7.4 asistencias por partido en 44% de campo, el barbudo de los Houston Rockets ha tenido una campaña digna de candidato al Jugador Más Valioso.
Si bien la prensa parece ya no reconocérselo, Harden tiene confianza plena en sus habilidades; como se lo dejó más que claro a un fanático que preguntó si alguien podría marcarlo o contenerlo.
Harden ni siquiera respondió la pregunta del aficionado en cuestion. Simplemente se limitó a observarlo, voltear sus ojos y continuar en lo suyo, como diciendo “¿realmente me estás preguntando esto?
El escolta de los Rockets los tiene actualmente en la cuarta posición de la aguerrida Conferencia Oeste y no parece que tenga ganas de bajar el pie del acelerador, pues busca ganar su primer anillo de campeón.