Las esperanzas de conseguir un título de Super Bowl parecieron desvanecerse ante los ojos de los fanáticos de los Kansas City Chiefs cuando su mariscal de campo, Patrick Mahomes, se lesionó la rodilla el jueves por la noche. El MVP del 2018 acarreaba otras lesiones desde la semana 1, pero toda la franquicia temió porque, esta vez, se tratara de algo comprometedor.
En cuarta oportunidad y una yarda por avanzar, durante el segundo cuarto de la victoria de los Chiefs ante los Broncos, Andy Reid llamó un QB Sneak para renovar, pero, una vez que lo consiguió, no pudo levantarse. Luego de que le acomodaran la rodilla, fue reemplazado por Matt Moore por el resto del juego.
Este viernes se hizo una resonancia magnética para determinar el grado de la lesión y tuvo a todo Kansas City – y gran parte de los aficionados al futbol americano – en vilo. Sin embargo, parece que no se trata de algo demasiado serio.
Según arrojaron los estudios, se trata solamente de una rótula dislocada y no hay mayores daños además de eso, según confirmó Ian Rapoport.
Los Chiefs esperan que se pierda, al menos, tres semanas, por lo que no jugaría ante Packers, Vikings ni Titans. De todos modos, solo le restaría un juego ante los Chargers antes de la semana libre, por lo que podría pasar algún tiempo hasta que volvamos a ver a Mahomes en el emparrillado.