En Inglaterra afirman que Jose Mourinho habría recibido un ultimátum y podría ser destituido si Chelsea no gana su próximo compromiso ante Liverpool, y el nombre de Pep Guardiola, que en diciembre finaliza su contrato con Bayern Munich, suena con fuerza para ocupar su lugar.

Si aceptamos que vivimos en tiempos donde hay una necesidad exagerada por rivalizarlo todo, podría decirse que Mourinho y Guardiola representan el clásico de los entrenadores, impulsado por sus reiterados cruces mientras conducían Real Madrid y Barcelona, respectivamente.

Mourinho podría despedirse de Chelsea de no conseguir un buen resultado ante Liverpool.

Por ello, y por el orgullo que lo caracteriza, al portugués no debe hacerle demasiada gracia que al hecho de estar en la cuerda floja luego de haberse consagrado campeón con los Blues, se sume la posibilidad de que sea Guardiola quien lo suceda.

Así lo informó el Telegraph británico, situándolo como el primero en la lista de un Roman Abramovich que, a pesar de tener un gran aprecio por Mourinho, empieza a ponerse nervioso por la seguidilla de malos resultados.

Guardiola, por su parte, se mantiene en silencio sobre la posibilidad de renovar o no su contrato con Bayern Munich, aunque ya recibió el pedido de varios referentes del plantel para que extienda el vínculo.

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