Parecía que iba a comerse el mundo. El año 2017 para River comenzó con una firme ilusión de obtener la Copa Libertadores, que fue un objetivo realmente cercano a cumplir y que formó parte de las alegrías y las tristezas más grandes que sufrió La Banda en este lapso.

¿Por qué un certamen tuvo sentimientos tan diferentes para los hinchas de este club? Por la esperanza que tenían de volver a ser los reyes de América, por haber formado un equipo que parecía imbatible y, principalmente, por la insólita manera en la que los dirigidos por Gallardo quedó eliminado. Fue en semifinales, a manos de Lanús (con una polémica utilización del VAR).

Sin embargo, lo cierto es que el equipo de Núñez dejó vulnerar su valla en cuatro oportunidades en menos de 30 minutos y cayó 4-2 cuando vencía a su rival por dos tantos y estaba llegando a la instancia decisiva de la anhelada Libertadores.

Desazón, tristeza y muchos sentimientos frustrados fueron los que asomaron por el mundo River, y el desconcierto de un campeonato local que quedó muy lejos (fue relegado casi completamente para privilegiar la Copa) y que debía volver a afrontarse justo ante el eterno rival.

Sí, Boca estaba enfrente, y había que reponerse luego de semejante golpe. Sin embargo, La Banda volvió a caer. Fue en su casa, en el estadio Monumental, por 2 a 1.

No había otra motivación más que obtener la Copa Argentina, esa que quizá quedó un tanto dejada de lado y que pasó a ser el objetivo principal de un plantel que quizá no la tenía como prioridad. Y la ganó: terminó el año con una sonrisa.

De la frustración, River pasó a la consagración. Terminó el 2017 como quería: siendo campeón. No de la Copa que tanto anhelaba, pero sí de un certamen que hoy lo tiene como el bicampeón vigente y que le dará otro aire para comenzar el año que se avecina.

+ Así fue el año de River en números: