Corría el 8 de febrero de 2012, y, en el Stade Gerlan de Olympique de Lyon, un joven Emiliano Sala hacía su presentación oficial con la camiseta del Girondis de Burdeos. Fue por los octavos de final de la Copa de Francia.

Enfrente estaba, nada más ni nada menos, que Lisandro López. El hoy experimentado artillero de Racing atravesaba un gran momento, pero eso no le impidió tener un gran gesto con Emiliano Sala.

"Cuando termina el partido me acerco a Lisandro López para saludarlo, luego amaga a irse y rápidamente le digo que soy argentino. Por suerte volvió, hablamos un rato de todo, me preguntó de dónde era", había narrado Sala al respecto.

"Luego me dijo que lo espere en el pasillo de los vestuarios así intercambiamos las camisetas. ¡Qué más podía pedir para completar mi día soñado. Debut en Primera y camiseta de uno de mis ídolos. La verdad que inigualable", cerró.