Es bien sabido que Kawhi Leonard no es un atleta común. Más allá de su talento, su naturaleza esquiva e introvertida no es algo que se ve normalmente entre los jugadores de la NBA. Evidentemente, esto ha podido jugarle en contra en los primeros años de su carrera, pues más que alguien callado, parecía ser inseguro.
Esa fue la imagen que proyectó en la víspera del Draft de 2011 a los ejecutivos de los Phoenix Suns, quienes no estaban convencidos de su talento por su pobre tiro perimetral, y además terminaron por descartarlo debido a que transpiró mucho durante su entrevista, por más insólito que esto pueda parecer:
Kawhi Leonard – Getty
“El gerente general Lance Blanks no tenía realmente a Kawhi como una opción. Parte de sus críticas a Leonard, aparte de su mal tiro perimetral, fue lo nervioso que se le vio en su entrevista durante el combinado, cuando este transpiró tanto que se pudo ver a través de su traje”, reportó Paul Coro del Arizona Republic.
Demás está decir que para un joven con la personalidad de Leonard es más de normal esperar que se sienta abrumado por la posibilidad de ser escogido por una franquicia de la NBA. Este sobreanálisis terminó costándoles a los Suns la posibilidad de tener al mejor defensor del mundo y uno de los jugadores más dominantes de la actualidad.
Los Suns terminaron utilizando su pick número 13 para seleccionar a Markieff Morris, mientras que los Indiana Pacers tomaron a Leonard en el puesto 15 para cambiarlo a los San Antonio Spurs por George Hill. Hoy, Leonard es 2 veces campeón y MVP de las Finales, y Morris es un jugador de rol.
