El polémico “periodista” no perdonó al plantel del Lobo por el desempeño, pero especialmente por la batalla campal, al equipo. En esta le damos la derecha.

Alberto Raimundi es un relator igual de bochornoso que el final del Clásico Platense. Sus comentarios suelen estar llenos de rabia y recae todo el tiempo en el insulto, general y personalizado, que retoma el discurse barrabrava. Tampoco podemos olvidar comentarios racistas como los tuvo ante Teo Gutiérrez. Sin dudas, no ayuda para nada a amainar el clima, todo lo contrario.

Aunque esta vez, no podemos culparlo. Y es más, si bien su reclamo suele ser excedido, pide actitud y fútbol, pero más que nada fútbol.

Ganan un montón de plata, fortunas ganan. Ladrones. Ladrones. Ladrones.

Así lo hizo en su relato ante Estudiantes ayer, donde desde el gol del Pincha manifestó su inconformidad. Pero el punto cúlmine fue el final, cuando se mostró indignado por “cómo se cagan a trompadas”. Pidió la renuncia de Troglio y trató de ladrones a los jugadores. “Yo quiero ganar, no quiero cagarlos a trompadas”.

“Guapo era Obdulio Varela que mientras tuvo la camiseta de Uruguay puesta nunca perdió, y nunca se cagó a trompadas con nadie”. Desde otro lado de la vida, en esta estamos de acuerdo, Raimundi.