Con un tiro libre de Carrizo, el Xeneize encontró el empate a los 94′ y empató 1-1 ante Bolívar. Antes, Erwin Saavedra había estampado un golazo de larga distancia.
Sólo por jugar en La Paz, en ese lugar tan alejado del mar donde la pelota y los pulmones se transforman en otros, el Xeneize podía excusarse en no ganar. Por su parte, el local, contaba con la oportunidad de cerrar una primera ronda de la fase de grupos soñada.
A Boca pareció pesarle el ambiente desde el minuto cero, manos en las rodillas, bocas abiertas. Nunca aprovechó el remate a media distancia, un recurso invaluable en la altura, pero sí lo hizo Bolívar: Erwin Saavedra probó de más de treinta metros para que el balón se transforme en misil y vaya a parar al ángulo derecho de Agustín Orion.
En la segunda parte, los de Guillermo Barros Schelotto demostraron la rebeldía que les faltaba. Fueron más verticales y peligrosos, pero la igualdad seguía en pie en el Hernando Siles.
No podía el Xeneize, Bolívar había casi perdido el corazón a manos de Sebastián Palacios, de lo más peligroso del conjunto argentino. No obstante, ya en tiempo cumplido, “Pachi” Carrizo puso a su ventaja la altura y estampó el empate a los 94′ de tiro libre.
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