Cuando parecía que tendría un debut soñado, todo le empezó a salir mal a Tom Brady en el estreno con los Tampa Bay Buccaneers en la temporada 2020 de la NFL. Y es el que rival no un equipo menor, los New Orleans Saints son uno de los candidatos a estar en el Super Bowl LV.

La primera serie de Brady con los Buccaneers no podía ser mejor y tras nueve jugadas con 43 yardas de ganancia por la vía aérea, el quarterback terminó lanzándose de cabeza para anotar un touchdown de dos yardas. Grito y el ovoide contra suelo para celebrar.

 

Sin embargo, no todo sería felicidad para Brady porque en la segunda seria a cargo de la ofensiva de los Buccaneers recibió la primera intercepción con su nuevo equipo. Marcus Williams leyó a la perfección la jugada del QB y no tuvo problemas para quedarse con el pase que el quarterback lanzó con dirección a nadie.

La confusión empezó a llegar a la ofensiva de los Bucs y en el tercer cuarto arribaron las peores noticias con el primer error garrafal de Brady en los Buccaneers. El quarterback no anticipó lo que iba hacer Janoris Jenkins y le dieron un gran pick six (intercepción y devolución a la zona de anotación).