Desde que terminó el Super Bowl – e incluso desde antes –, todo lo que se habló en torno a la NFL se vio opacado por las especulaciones sobre el futuro de un hombre: Tom Brady.

Tal vez estemos ante el mejor jugador de futbol americano que jamás haya vivido, por lo que, tras 20 años de jugar con los New England Patriots, su posible cambio de equipo sería un shock jamás visto desde que su ídolo, Joe Montana, firmó con los Kansas City Chiefs.

De cualquier manera, el océano de especulaciones en torno al futuro de Brady no ha sido mucho más que eso: especulaciones. Charlas informales, el avistaje de su agente, Don Yee, en el Combine, posteos de Instagram que terminaron siendo una maniobra publicitaria y hasta la reciente posibilidad de jugar en los San Francisco 49ers, el equipo que amó en su infancia, han matizado una situación nunca vista en su carrera y, mucho menos, con Bill Belichick al mando de los Pats.

Pero, ¿Qué pasó las últimas veces que Brady tuvo que negociar?

2002

A 2 años de llegar a los Pats (y un año antes de que terminara su primer contrato), Brady cerró un nuevo acuerdo con la organización y pasó de US$866 mil a uno de US$30 millones por cuatro años y otros US$10 por bono de contratación.

Venía de ser campeón y MVP del Super Bowl XXXVI. No hubo ningún tipo de ruido en la etapa de negociaciones.

2005

En mayo de 2005, Brady ya había ganado dos Super Bowl y volvió a firmar un contrato por 6 años y US$60 millones. Se habló de la firma durante meses hasta que se concretó, pero siempre se supo que Brady permanecería en New England y no hubo mayores rumores sobre su futuro.

2010

Tom Brady se convirtió en el jugador mejor pago en la historia (a ese momento) al firmar un contrato de US$72 millones por cuatro años. En ese momento, la franquicia reconocía a la superestrella que tenía entre manos y lo recompensó como tal, aunque luego vino el recorte.

2012

La primera muestra de grandeza de Brady y un acto que, en retrospectiva, podría costarle a los Patriots: en pos de mantener un equipo competitivo, el mariscal reestructuró su contrato y pasó de tener un sueldo de US$5.75 millones en 2012 a uno de US$950 mil. El resto del dinero se le pagaría, pero a futuro.

2013

Brady extendió su contrato por tres años. Nuevamente, sin escándalos ni rumores. El acuerdo tuvo un valor establecido de US$27 millones.

2014

Brady reestructuró su contrato otra vez para darle margen a los Pats para moverse en la offseason. Entre salario base y bonos, resignó US$7.2 millones para dejarle a la franquicia.

2018

Los Pats liberaron US$5 millones de espacio salarial al reestructurar el contrato de Brady. De su salario de US$14 millones le pagaron 10 como bono de contratación.

2019

Brady firmó un contrato que lo vería cobrar US$23 millones el primer año, 30 el segundo y 32 el tercero. Sin embargo, ambas partes podían ajustar a placer según el acuerdo. El resto es historia…

Como se ve, en ningún momento se especuló con que Brady podría jugar en otro lado y, la mayoría de las veces en que se dudó, fue por si se retiraba o no.

¿Qué cambió este año?

Brady le ha dado mucho a los Patriots: 19 temporadas ganadoras y 17 viajes a Playoffs, además de seis títulos de Super Bowl. Sin embargo, ha entregado también mucho dinero para mantener la relevancia de la organización y ahora parece quererlo de vuelta.

Si bien el consenso es que seguirá en New England hasta el final de su carrera, el mariscal parece estar jugando a la gallina con Belichick y Robert Kraft. Desde su publicación en Instagram, a la publicidad de Hulu, a los viajes de su agente, todo huele a ser una movida de prensa para intentar conseguir que los Patriots le den más dinero, aunque lo más probable es que vuelva al equipo como dijo Julian Edelman ante su mueca de disgusto.

Por ahora, solo nos queda esperar a ver si pasa el 17 de marzo (fecha límite) sin firmar o si todo se trató de un engaño.