Vamos a aprovechar ahora que River es campeón de América y que sus hinchas no nos van a acusar para detenernos por unos segundos, exactamente tres segundos, en Nahuel Gallardo.
Es que el hijo del técnico se encontró con la cámara que lo había esquivado durante toda la Copa Libertadores y trató de aprovechar al máximo su instante de gloria.
Porque se llevó una medalla, como todos los demás, y lo celebró al grito de“vamos, River”, de frente a la cámara de la transmisión oficial.
Y cuando todo el mundo Millonario le está agradeciendo al Muñeco, ya sabemos quién es el que más le debe a papá.