Con los resultados sobre la mesa, todo parece indicar que Miami Heat la tiene muy difícil para mantenerse con vida en las Finales de la NBA, sobretodo con Los Angeles Lakers que parecen estar destinados a ganar el trofeo Larry O'Brien, tras quedar en desventaja por 0-2 en la definición que se juega en la burbuja de Disney World en Orlando.

Y es que además las lesiones que han dejado fuera de esta instancia a jugadores claves para la franquicia de Florida, como el base esloveno Goran Dragic y el ala-pivot Bam Adebayo, parecen ser una sentencia definitiva para los dirigidos de Erik Spoelstra.

Sin embargo, la historia de la NBA se ha encargado de mostrarnos que es posible revertir una desventaja de tal magnitud en las Finales, de hecho, ya ha ocurrido en cuatro ocasiones con anterioridad, y es más, los propios Miami Heat protagonizaron una remontada que les dio su primer título de campeón.

¿Se repetirá la historia?
 

Tal como dijimos, Miami Heat ya sabe lo que es remontar un 0-2 en contra en Finales, ya que en el 2006 perdieron los encuentros iniciales ante Dallas Mavericks, y terminaron llevándose el campeonato con una actuación consagratoria de Dwayne Wade, que promedió en esa serie 34.7 puntos, 7.8 rebotes, 3.8 asistencias y 2.7 robos.

Y si hay alguien que debe estar preocupado por una remontada en finales es la figura de los Lakers, LeBron James, que logró hacer historia, tras ir perdiendo 0-2 con Cleveland Cavaliers en el 2016 ante Golden State Warriors, y luego pasaron a estar 1-3, aunque finalmente lograron un heróico 4-3 con actuaciones consulares del Rey Kyrie Irving

Pero la primera vez que ocurrió una remontada de esta magnitud fue en las Finales de 1969, donde los Lakers de Jerry West y Wilt Chamberlain tenían una ventaja de 2-0 ante Boston Celtics, pero de la mano de Bill Russell lograron revertir su suerte para ganar la serie por 4-3 y quedarse con el 11° título de su historia.

 

 

Y tiempo después, en las Finales de 1977, los Portland Trail Blazers estaban perdiendo por 0-2 ante Philadelphia 76ers de Julius Erving; pero de la mano de Bill Walton lograron venir de atrás, ganar la definición por 4-2 y conquistar el único título de su historia.