Sorprendentemente, Magic Johnson dio un paso al costado como Presidente de Operaciones de los Lakers, asegurando que "quería volver a ser él mismo" en una movida que tomó fuera de guardia incluso a la gerencia de la franquicia.

Asimismo, se tomó la libertad de comentar acerca del futuro del equipo, además de asegurar que "no se arrepentía de nada de lo que había hecho durante esos dos años" , si bien el equipo no logró consagrarse ni llegar a los playoffs:

"Si los jóvenes maduran de la forma en la que creo que pueden, este equipo será excelente. Especialmente si añaden a una superestrella".

Además de las obviedades, Johnson reveló la filosofía que utilizó para conformar el roster del equipo esta temporada, realizando una serie de operaciones que, evidentemente, no sirvieron de nada:

"Construí este equipo basándome en los playoffs. No puedes pensar solo en la temporada regular. Houston (Rockets) tiene tipos rudos, Boston (Celtics) tiene tipos rudos. ¿Qué hice yo? traer tipos rudos".

Estos "tipos rudos" como Lance Stephenson y Michael Beasley  fueron poco más que jugadores de rol y, además de cambiar a jóvenes valuartes como Ivica Zubac, el equipo nunca consiguió un tirador consistente de tres puntos, algo que Magic desmintió:

"Todos dicen que no tenemos tiradores, pero sí tenemos.Todos los equipos que tienen tiradores perdieron en los playoffs".

No queda duda de que esto era la crónica de una muerte anunciada, pues Adrian  Wojnarowski incluso reportó que Johnson realmente no hizo mucho trabajo de scout y ni siquiera pasó mucho tiempo con el equipo ni se comprometió de lleno con ellos.

Ahora, los de púrpura y dorado simplemente están cosechando el resultado de su improvisación y falta de experticia.