El interés de Paul George por llegar a los Lakers era un secreto a voces en la NBA. El alero californiano creció siendo fanático del equipo angelino y ya no quería seguir en los Indiana Pacers, por lo que se presumía que llegaría a Los Ángeles en la agencia libre.

Sin embargo, en  un evento sorprendente, George decidió renovar su contrato con el Oklahoma City Thunder, equipo al que había sido traspasado, dejando guindando a unos Lakers que acababan de conseguir la firma de LeBron James.

Según reporta Dave McMenamin de ESPN, el alero podría haber sido disuadido de vestirse de púrpura y dorado gracias a Corey Brewer, que había jugado con los Lakers en la temporada previa a compartir vestuario con él en el Thunder.

“Luego de que Brewer fue suspendido por Los Angeles en febrero, le reveló su experiencia con los Lakers a George".

En este sentido, la especulación alrededor de la liga es que Brewer, molesto con la forma en la que los Lakers lo trataron y al conocer de primera mano el funcionamiento interno del equipo, le aconsejó a George quedarse en Oklahoma.

De momento, todo parece indicar que George tomó la decisión correcta, pues tuvo  el mejor año de su carrera junto a Russell Westbrook y los Lakers de LeBron ni siquiera llegaron a los playoffs. ¡Por eso hay que tratar bien a los jugadores!