El año pasado, los Lakers cumplieron el sueño de un veterano de 32  años al llamarlo por  primera vez a debutar en la NBA tras 10 años en la liga de desarrollo.

Andre Ingram, dicho veterano, demostró con su constancia y trabajo duro, que sin importar su edad, podría aportar incluso a una franquicia que ha ganado ya 16 anillos de campeonato.

Es por eso que esta vez, a los 33 años volvió a ganarse el llamado para compartir el tabloncillo nada más y nada menos que con LeBron James, si bien la campaña de los Lakers ya ha quedado casi en el olvido.

Ingram saltó a la duela con el resto de los Lakers en su visita a los Chicago Bulls, y, cual talismán, el equipo consiguió su primera victoria en los últimos 6 partidos.

El escolta veterano tan solo disputó 2 minutos del encuentro y no anotó en su único intento al aro, pero su historia servirá tal vez para inspirar a un equipo que se ve desmotivado desde hace poco más de un mes.

La campaña pasada, sin embargo, en 2 partidos promedió 12 puntos, 3 rebotes, 3.5 asistencias, 1.5 robos y 1.5 bloqueos en 47% de campo, 55% de triple y 100% desde la línea.