Una de las imágenes más potentes que se pudo apreciar en el reinicio de la temporada 2019-2020 de la National Basketball Association (NBA) en el parque ESPN Wide World of Sports de Orlando, Florida, fue ver a jugadores, árbitros y entrenadores arrodillados en señal de protesta contra la violencia racial durante el himno nacional de Estados Unidos.

Sin embargo, en el comienzo de la segunda jornada de actividad, hubo una excepción a la regla. Se produjo en el juego entre Orlando Magic y Brooklyn Nets, donde en la ceremonia de protocolo, como era esperable, todos se arrodillaron en ese momento, a excepción de un jugador: el alero Jonathan Isaac.

De hecho, durante este acto previo al partido, fue el único jugador que no sólo no se arrodilló sino que no portó la polera negra con la frase Black Lives Matter (las vidas negras importan) y se quedó de pie en la canción patria, generando revuelo en las redes sociales por su actitud.

¿Porqué no lo hizo? La respuesta hay que encontrarla en declaraciones que realizó previo a ingresar a la burbuja con el portal Click Orlando, donde señaló que "solo porque estamos en la posición de ser un jugador de la NBA, no nos da automáticamente una comprensión o una visión de los problemas que ocurren a nuestro alrededor", agregando sobre el asesinato de George Floyd que "la respuesta es Jesús".

A pesar de esto, Orlando Magic realizó un comunicado en sus redes sociales, donde señaló al respecto que las protestas no son en contra de los militares, sino que hacia "la intolerancia, la injusticia racial y el uso injustificado de la violencia por parte de la policía".