Tras el éxito conseguido, en materia de prevención, durante la pasada temporada en la burbuja de Orlando, la National Basketball Association (NBA) no ha sido capaz de controlar los focos de casos positivos de Coronavirus entre sus jugadores, lo que ha obligado al aplazamiento de una importante cantidad de partidos.

Para evitar que esta situación continúe repitiéndose durante lo que resta del certamen, la competición ha llegado a un acuerdo con la Asociación de Jugadores de Básquetbol (NBPA), para implementar nuevas medidas de seguridad, siendo las más llamativas las relacionadas con la libertad de movimiento para los deportistas, por un plazo de dos semanas.

La primera, es que la NBA ha prohibido abrazarse o tener cualquier tipo de interacción con los rivales antes y después de los partidos, además de reducir la interacción con los compañeros durante los encuentros; y la otra, que durante las próximas dos semanas, los miembros de los equipos que tengan partido como local no podrán salir de sus casas salvo para ir a entrenar y para actividades de primera necesidad.

Jugadores NBA rechazan protocolo
 

Sin embargo, ya existe la negativa de un grupo importante de jugadores a estas disposiciones de la liga, tal es el caso del experimentado base George Hill, de los Oklahoma City Thunder, quien cuestionó la lógica detrás de estos protocolos sanitarios, ya que atentaría contra la libertad individual.

"Queremos jugar... pero no entiendo algunas de las reglas; podemos sudar 48 minutos con un chico a nuestro lado, pero no podemos hablar con él después. No tiene sentido. Soy un hombre adulto. Voy a hacer lo que quiero hacer. Si quiero ir a ver a mi familia, voy a ir a ver a mi familia", aseguró el veterano jugador NBA. 

 

 

En ese sentido, Hill fue enfático en advertir que "no pueden decirme que tengo que quedarme en una habitación las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Si es así de serio, entonces tal vez no deberíamos estar jugando. Pero es la vida, nadie podrá cancelar su vida entera por este juego"