El Internazionale de Milano está en venta y un grupo de inversionistas chinos estaría dispuesto a realizar una oferta imposible de rechazar.
Erick Thoir, magnate tailandés que en noviembre de 2013 se convirtió en el dueño del club milanés, parece haberse aburrido ya de tener su propio equipo de fútbol, que no le ha dado hasta ahora ninguna alegría deportiva, y ya negocia su venta al mejor postor.
Massimo Moratti, que mantuvo su participación en el club luego de vender el 70 por ciento del mismo en 350 millones de euros, cree que la idea de una nueva transacción podría resultar positiva.
Thohir se puso en manos del banco de inversión Goldman Sachs, de Estados Unidos, para encontrar un socio en China, noticia que adelantó en su momento La Gazzetta dello Sport. Dicha entidad lo contactó con un grupo de inversionistas dispuestos a pagar 400 millones por la parte del tailandés, lo que le reportaría un beneficio de 50 millones de euros.
En medio de millones que van y vienen quedó un grupo de futbolistas desorientados, que hace tiempo no pelea por metas importantes, y una afición que ve como el club de sus amores ya no es tal cosa sino una máquina de hacer negocios que pasa de una mano a otra y cuyos éxitos económicos no les sirven a ellos para abrazarse como en el grito de gol.
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