El baloncesto universitario enfrentará una situación complicada una vez que todo vuelva a la normalidad. La cuarentena pateó algunas situaciones que ya se venían manejando y que tienen que ver con el pago de jugadores, quienes no deben recibir retribuciones económicas, por lo que muchos de ellos optan integrar otros destinos como la G-League

Hay que entender a los jugadores, ya que muchos de los mejores prospectos nacionales llegan a las grandes universidades con una situación familiar delicada, por lo que desean una retribución económica para poder ayudarlos. No obstante, al día de hoy esto está totalmente prohibido. 

Desde su época escolar, Zion Williamson fue catalogado como el mejor prospecto de la clase de 2019. Por eso, las marcas deportivas se lo aseguraron muy tempranamente y, por su importancia, fue el más requerido por las universidades. Tal es así, que el ahora jugador de los Pelicans enfrenta una dura acusación. 

A principios de mayo, el exagente de Williamson, Gina Ford, integrante de la agencia Prime Sports Marketing, presentó documentos judiciales alegando que Zion recibió "beneficios inadmisibles" para unirse a la Universidad de Duke. Por lo que el basquetbolista debía responder algunas preguntas. 

A pesar de esto, los abogados del jugador de New Orleans están intentando bloquear las preguntas diciendo que esas no son “nada más que una para manchar la reputación de Williamson" y diseñadas para "maximizar la vergüenza potencial y la cobertura de los medios en un intento de obtener un apalancamiento de liquidación inadecuado". 

Actualmente, Zion está siendo representado por la Creative Artists Agency, en un cambio que le generó, por ahora, más problemas que soluciones.