La vida de Antonio Brown dio un vuelco en 2019 y pasó de ser el mejor receptor abierto de la NFL a convertirse en un payaso mediático. Su salida de Pittsburgh, la pelea en Oakland y las denuncias de abuso sexual lo terminaron de alejar de la liga, una distancia que fue acrecentándose con el correr de las semanas.

Brown no se hizo ningún favor a lo largo del proceso, no solo por las idioteces que publicó en Twitter, sino por amenazar a sus denunciantes por mensaje de texto. Por si fuera poco, el abogado que lo defendía en una causa por lanzar muebles por el balcón en un condominio dejó de trabajar para él por falta de pagos y no fue el único.

En las últimas horas, el agente de AB, Drew Rosenhaus, también anunció que abandona la nave y lanzó un duro mensaje hacia el: dijo que dejará de trabajar para Brown hasta que consiga apoyo para mejorar su vida personal.

Desde luego que lo quiso decir Rosenhaus es que AB tiene que ir a ver a un terapeuta para dejar de tener un comportamiento tan impulsivo. Esas actitudes recientes lo han dejado fuera de la NFL y no parece que vaya a volver en ningún momento dentro de los próximos meses.

El jugador ha tenido algunos intentos de acercarse a distintos equipos de la liga y hasta tuvo una sesión de entrenamiento con los New Orleans Saints antes de la ronda de Wild Card en los Playoffs. Sin embargo, parece que solo se trató de una maniobra publicitaria – según dijo el propio Brown – por lo que no hay indicios de que pueda volver.

La única actividad deportiva en la que podría participar AB es la posible pelea con Logan Paul, el influencer que lo desafió a través de un programa de radio. Si bien estaban intentando llegar a un acuerdo para realizar el evento – que sin ningún tipo de dudas sí se trata de una maniobra publicitaria – habrá que ver quien toma las riendas de la negociación con Rosenhaus fuera del cuadro.