Todo comenzó con un corte de luz en el Florencio Sola, cuando se llevaban disputados 27 minutos del partido entre Banfield y River. Gallardo entendió que el apagón no había sido una casualidad y se lo recriminó a Hernán Crespo, entrenador del Taladro.

Pero una vez finalizado el encuentro con empate 1-1, al Muñeco le habían quedado todavía muchas cosas para decir. Y apenas tuvo el lugar, se despachó sin medir consecuencias. O por el contrario, entendiendo a la perfección todo lo que iba a generar.

Tan caliente se había quedado Marcelo Gallardo tras el duelo ante Banfield, con el apagón como detonante pero siendo aquello apenas la punta del iceberg, que disparó incluso contra la propia directiva de River.

Con evidente gesto de fastidio, se quejó por tener que jugar en el futuro cercano un partido de la fase de grupos de la Copa Libertadores en plena Fecha FIFA, lo que lo llevaría a perder para dicho encuentro a varios jugadores de su plantilla.  "Son los directivos los que se tienen que quejar y no dicen nada. No sé para que van a los sorteos. Me pongo a pensar por qué carajo me quejo, pero bueno. Ellos ya saben, no puedo estar diciendo todo", disparó.

También le molestó que River haya tenido que cumplir con sus partidos pendientes uno tras otro, cuando hay otros equipos, entre ellos Boca, que todavía adeudan compromisos. "Nos obligaron a jugar mientras otros todavía deben sus partidos y no jugaron. No entiendo por qué a nosotros nos obligaron a jugar antes. Jugamos ocho partidos, ya está, lo asumimos, no podemos hacer nada. Estamos ahí y vamos a dar pelea hasta el final".

Pese al empate, Gallardo dijo irse de Banfield satisfecho por el rendimiento del equipo y con un envión anímico para seguir avanzando en la clasificación de la Superliga y para llegar en la mejor versión al debut por Copa Libertadores.