Que ironía, que este hombre necesitó ayuda de aquellos a los que él no ayudó. Estas cosas generan indignación total.
Un vuelo salió de Madrid rumbo a Argentina para repatriar a ciudadanos que habían quedado varados en la capital española.
Un señor de unos 70 años decidió subirse al avión más allá de saber que tenía síntomas. Es decir, riesgo de haber contraído coronavrius.
En el pasado estuvo con fiebre y dificultades respiratorias, las cuales volvieron a aparecer cuando el transporte ya estaba en el aire.
Allí, dos pasajeros médicos lo asistieron, mientras que la tripulación debatía qué hacer con este sujeto. Una vergüenza.
Claro, al aterrizar debe ser activado el protocolo de seguridad, estando ahora en riesgo todo el resto de las personas.
Piensen en el otro, viejo. No es tan difícil.