En el año 2007 el fútbol colombiano se planteó que había conseguido a su nuevo ‘Pibe’ Valderrama, un 10 de aquellos que deslumbraba a todo el mundo con sus gambetas, visión, velocidad y sus trencitas que exaltaban en las canchas cada vez que Juan Pablo Pino tocaba un balón a un compañero.

En ese mismo año,el sudamericano sub20 de Paraguay, Pino fue la gran figura de la selección Colombia que quedó sexta en el hexagonal final, pero que le cambió la vida al número 10 ya que una gran oferta lo esperaba, luego de que finalizara este campeonato.

Para ese entonces, el joven jugador militaba en el Deportivo Independiente Medellín, y daría un salto inmediato al Mónaco, equipo hacia pocos años había llegado a la final de la Champions,lo cual hizo pensar que en poco tiempo algún grande de Europa se iba a interesar en el colombiano.

Sin embargo, recién llegado, Pino se lesionó y cuando volvió el técnico nunca le dio la confianza para que mostrara su fútbol y de ahí empezó su viaje por muchísimos equipos de menor valía como Charleroi de Bélgica, Galatasaray de Turquía, Nasr de Arabia Saudita, Olympiacos de Grecia y sin ningún resultado deportivo importante.

Ahora, el jugador colombiano volverá al país para una ‘revancha’ futbolística para ver si en el ocaso de su carrera puede dejar a un lado la indisciplina y demás vicios que hicieron de una carrera prometedora todo un fiasco. Pino estará con el Real Cartagena en su intento de volver a Primera División, tras varios años en la B.