A sus 49 años no puede vivir un mejor momento. Villarreal festeja en lo que son las primeras horas de resaca de su primer título como institución de la mano de un entrenador sin complejos e infravalorado a nivel europeo. Unai Emery vuelve a conquistar la Europa League y en tiempos de cambio de mando en Barcelona o Real Madrid, nos planteamos si el vasco merece su chance en uno de los gigantes del fútbol español.

El palmarés es incuestionable: 4 Europa League, 2 Copas de Francia, 2 Copas de la Liga, 2 Supercopas galas y 2 Ligue One. 12 títulos levantados en los últimos 7 años que demuestran la evolución de un técnico que emergió del barro y la segunda división española con Lorca hacía grandes como PSG o Arsenal. Si bien sus pasos por el extranjero no son bien recordados en cuanto a fútbol, otra cosas sería verle en el país donde desde solo con Almería, no logro el pase a Champions a final de temporada.

Pequeñas revoluciones vs. Una deuda con los gigantes

Está claro que sus pasos por Valencia, Sevilla y Villarreal reflejan a un entrenador pragmático que busca la pelota pero igualmente defender su portería. Emery se ha hecho un nombre en la Europa League demostrando un absoluto análisis de sus rivales junto a poder insertar en sus futbolistas esa capacidad de saber cuándo, cómo y dónde atacar. Un DT con una coraza fuerte por las críticas recibidas en Londres y Paris pero que igualmente realizó mejor manejo de pobreza que de riqueza.

La frase de: “Hay entrenadores para equipos grandes y medianos”, aplica perfectamente para el vasco. Amante de las pequeñas revoluciones y con un carácter que no gusta particularmente a las estrellas, Emery podría chocas con vestuarios acostumbrados a los elogios y no a la exigencia. Que dejaría su huella en el terreno de juego no quedan dudas, el tema es a que precio.

Como conclusión podría decirse que es un buen perfil para quienes buscan romper el molde, un hombre que se ha mostrado ambicioso de provocar la caída de los grandes. Antes de imaginarle en el vestuario local del Camp Nou o el Santiago Bernabéu, podría decirse que Unai Emery necesita un nuevo paso por otro gigante de Europa.