Cuando todo indicaba que el Barcelona se quedaría con la Supercopa de España, Asier Villalibre, a los 89 minutos, se encargó de estampar un 2 a 2 más que agónico para llevar la definición del certamen local a la prórroga.

Ya disputándose el tiempo extra ante la atenta mirada de todos sus expectadores, al elenco comandado técnicamente por Ronald Koeman le aplicaron un durísimo cachetazo a apenas tres minutos de haber iniciado el mismo.

Recibiendo el esférico sobre el borde del área rival, Iñaki Williams controló el mismo, se perfiló y sacó un remate inatajable que superó la defensa impuesta por Marc-André ter Stegen y terminó colándose en el segundo palo del arco Culé.

Desatándose una auténtica locura instantes después de la conquista del equipo de Gaizka Garitano, todo el plantel del mítico equipo español explotó de alegría y se fusionó para abrazar de forma apasionada al autor del 3 a 2.