Integrantes de generaciones actuales que no pertenecen a familias practicantes del catolicismo, o en su defecto son miembros de hogares donde no se cumplen a cabalidad las tradiciones de la Iglesia católica, se extrañan cuando escuchan a alguien decir que en Semana Santa no come tacos de carnitas ni hamburguesas.

Durante la Semana Santa se destinan dos días para no consumir carne roja; Viernes Santo y Sábado Santo son fechas en las que se conmemora la muerte de Jesucristo, episodio de respeto para los católicos.

La llamada Semana Mayor forma parte de la Cuaresma, celebración religiosa que inicia con el Miércoles de Ceniza (seis semanas antes del Viernes Santo), día en el que los católicos consumen pescado y pollo en sustitución de la carne roja.

Por lo tanto, además de estos tres días, también se suman los otros cinco viernes del periodo de Cuaresma en que los católicos no pueden comer carne de cerdo y res. Por ello también recurren a consumir vegetales.