Tras varias semanas de reuniones, de planeación interna, de conclaves para buscar un acuerdo y de diversos intercambios de información con las autoridades, todo apunta a un ‘final’ de cara al futuro más inmediato. AC Milan e Inter de Milan siguen tomando decisiones en cuanto a un estadio de San Siro que parece tener los días contados.
Levantado en 1926, con una capacidad para 80.000 espectadores y casa de algunas de las mayores fiestas del fútbol europeo, el futuro de San Siro venía generando un debate dentro del Calcio que esperaba respuesta desde el 21 de enero. La Alcaldía de Milan, las directivas de sus clubes y los ojos de la Serie A, puestas en una serie de caminos que dejan todo cada vez más claro de cara al futuro.
Y es que la necesidad de reformar el templo del fútbol lombardo dejaba tres vías a seguir tras las últimas palabras del Alcalde de Milan Giuseppe Sala. Renovar el estadio por 40 millones de euros (medida más impopular), apostar por el famoso proyecto de ‘La Catedral’ y la ruptura total con la ciudad, caminos a elegir en un puzle de decisiones donde rossoneri y nerazzurri debían definir si caminaban o no juntos de la mano. Todo parece finiquitado.
AC Milan se desmarca
Gerry Cardinale, fundador del fondo RedBird Capital y nuevo propietario del equipo dirigido por Stefano Pioli, es el apuntado por La Gazzetta dello Sport como el hombre que ha tomado finalmente la decisión de que el club se mueva de forma independiente en el tema. Inter y Milan no irán de la mano y los rossoneri manejan tres opciones para un proyecto individual donde sus vecinos no entrarán para compartir los gastos e ingresos que este genere.
La Catedral, un nuevo feudo en el municipio de Sesto San Giovanni o en Rozzano, al sur de la ciudad, las opciones que maneja un AC Milan decidido a abandonar San Siro en una medida que en La Gazzetta dello Sport ven como el final del estadio más grande de Italia tal y como lo conocemos. Inter, salvo la entrada del gobierno o de un grupo inversor que asuma más del 90% de los costes, no podría mantenerse a corto plazo en la que es su casa.