A mediados de 2011, una vez consumado el descenso de River, Matías Almeyda pasó de un día para el otro de ser jugador profesional de fútbol a entrenador. Daniel Passarella determinó que sea el Pelado quien tome las riendas del primer equipo del Millonario en el peor momento de su historia y el ex mediocampista central no dudó a la hora de aceptar. Sabía que sería un desafío de los grandes y también que podría haber marcado su carrera de como director técnico, en caso que los resultados no acompañen.

Tras un año plagado de dificultades y en un torneo sumamente parejo, Almeyda devolvió a River a la Primera División y permaneció un tiempo más en el club, pero no pudo disfrutar realmente de dirigirlo en la máxima categoría. Luego tuvo un buen paso por Banfield y en 2015 emigró a México para dirigir a las Chivas de Guadalajara, club en el que gritó campeón por primera vez. Cuatro años más tarde pasó a San Jose Earthquakes de Estados Unidos y tres más tarde lo hizo a AEK Atenas de Grecia, donde permaneció hasta mediados de 2025 y también pudo ser campeón.

Matías Almeyda. (Foto: Prensa AEK Atenas).

Almeyda y un nuevo desafío

Hacía varios días que se venía rumoreando que Matías Almeyda podría convertirse en técnico de Sevilla y en las últimas horas se confirmó que así será. El Pelado tendrá su primera experiencia en el fútbol español en un equipo de los importantes que en las últimas temporadas no la pasó muy bien, de hecho, en la que finalizó hace apenas unas semanas terminó en la posición número 17, tan solo un punto por encima de Leganés, el último de los equipos que descendió.

El Pelado ya conoce al club

Los comienzos de Matías Almeyda como futbolista fueron en River, su estreno fue allá por el año 1992, aunque realmente empezó a tener continuidad para 1994 y ya en 1996 -año en que ganó la Copa Libertadores– se estableció como uno de los mejores jugadores de aquel equipo plagado de figuras que conducía técnicamente Ramón Ángel Día. Su salto a Europa se da en la temporada 1996/97 para jugar en Sevilla, pero solamente estuvo en el conjunto andaluz por un año. Luego comenzó su historia grande en Italia en clubes como Lazio, Parma e Inter de Milán.