La última década del Real Madrid ha estado plagada de éxitos, y es que luego de más de diez años buscando la décima, de golpe llegaron seis Champions League entre 2014 y 2024. Cinco de ellas, ganadas con un núcleo de jugadores que sale de memoria. No obstante, a pesar de tantos éxitos y de ser una de las figuras del equipo, uno de estos históricos futbolistas del merengue teme por la bancarrota.
El galés, Gareth Bale, que le costó más de 100 millones al Real Madrid en 2013, ganó las Champions League de 2014, 2016, 2017, 2018 y 2022, antes de retirarse en el fútbol de los Estados Unidos y con un breve paso para despedirse del Tottenham en el medio, reconoció que aún teme ante esta posibilidad.
“Es algo que siempre me ha asustado por dentro“, reconoció Bale en diálogo con Front Office Sports. “Lees artículos de gente que, cuando terminó su carrera profesional, se fue a la bancarrota. Gente que no sabe cómo manejar su dinero ni cómo hacer nada de todo esto“, explicó el galés al ser consultado por su forma de administrar los millones que ganó.
“Imagino que muchos atletas viven con un estilo muy lujoso, yo trato de no hacerlo. Siempre he tenido un ojo en cómo luce mi vida luego del fútbol“, señaló Bale. “Siempre intenté diversificar mi dinero, desde muy temprano. Siempre tuvo esta idea como pilar, la de invertir mi dinero en diferentes cosas. Para que si un pilar se caía y no funcionaba, no se cayera todo.”
De acuerdo al Daily Mail, en el mejor momento de su carrera, Gareth Bale estaba entre los jugadores mejor pagos del fútbol europeo, ganando más de 700,000 dólares a la semana tras haber firmado un contrato de 200 millones por seis años en 2016.
A qué se dedica Gareh Bale hoy
Bale tiene un buen número de negocios en los que ha invertido dinero; entre los conocidos se incluyen bares, un campo de minigolf, y un consorcio que busca hacerse con las acciones para comprar el Cardiff City. Además, se incluyen trabajos como comentarista de Champions League para TNT y su acuerdo de patrocinio con diferentes marcas, como BMW.
Su hobby sigue siendo el golf, un deporte un tanto costoso, pero que se puede permitir. Y si bien la bancarrota está siempre como una preocupación, su forma de administrar el dinero hacen que no se vea demasiado probable que vaya a sufrir con ese problema en el futuro.
