Era un sueño que se animó a contar en la previa del Superclásico. Feliz por volver a la Bombonera, pero esta vez con la camiseta de Boca puesta, Mariana Gaitán tenía la esperanza de ganar, convertir un gol y sacarse las ganas de gritarlo nada menos que con Juan Román Riquelme. Y conocerlo después. Y así, como lo deseó, se le terminó cumpliendo.
La Guri arrancó desde el banco de los suplentes el partido ante River que terminó en goleada. En septiembre del año pasado había pisado por primera vez la Bombonera pero vistiendo la camiseta de UAI Urquiza, equipo que la descubrió y del que se a fines del 2022 para ponerse la de Boca, un sueño cumplido. El primero de varios. Aquella vez vio como su rival daba la vuelta olímpica en su casa, con 18.000 personas alentando.
“Yosoy hincha de Boca y toda mi familia también. Imaginate jugando para el rival de Boca, tenía sentimientos encontrados. Pensaba que me gustaría algún día poder yo estar defendiendo esa camiseta. Se cumplio ese sueño que tanto quería y estoy muy feliz de representar estos colores”, dijo en El Canal de Boca, como invitada de la semana previa al Súper.
Le tocó ingresar en el inicio del segundo tiempo. Ya estaba Riquelme en su palco, la ovación de los hinchas se escuchó a los cinco minutos del primer tiempo cuando el Vice y parte del Consejo de fútbol se sentaron allí. Gaitán ya lo había visto en aquella final cuando le tocó jugar con el Furgón. “Lo vi en el partido, en la final, lo vi que estaba, me moría porque me mire o me salude, algo, pero siendo rival no iba a pasar, pero ahora estamos con el mismo escudo…“, fantaseaba.
Boca ya ganaba 1 a 0 con gol de Ojeda. Había tenido que salir Julieta Cruz por lesión, obligando a un cambio táctico: Eugenia Flores cambió de lateral y ocupó eselugar en el fondo, Agustina Arias ingresó como volante hasta que ya en el complemento y con la entrada de la Guri por Molina, la exPlatense se paró de punta y ella se acomodó en la línea de volantes. Y cómo…”A Riquelme no lo conocítodavía,me lo quiero cruzar y que me convide un mate”.
“El año pasado me tocóhacerle un gol a River con UAI y lo gritéde una manera, me saliólahincha, pero ahora mas todavía con esta camiseta, se siente… No es presión pero sí esa energía de quiero ir portodas y meter 10 goles”.A los 10 minutos, cuando Boca comenzó a desplegar su mejor fútbol ante un rival al que le costaba reaccionar, la presión asfixiante en la salida dio sus frutos una vez más. Justina Morcillo tocó hacia atrás y Gaitán con picardía aprovechó la pelota que no fue a los pies ni de la arquera ni de la central y definió con clase para el 2 a 0…
“Si se me da de hacer el gol, que lo voy a hacer,le voy a pedir después que me firme la camiseta“. ¿Sale Topo Gigio?”, le propusieron. “Si, también, eh. Es muy buena. Ojo, todo puede pasar. Festejaría y lo miraría”. Eso mismo ocurrió. Todo lo que pensó, soñó y dijo en voz alta. Para quienes piensan que si los deseos se cuentan no se cumplen. El de la enterriana se hizo realidad. Y más de lo que imaginaba.