En 2006, el mundo Boca hablaba de un volante ofensivo llamado Fernando Forestieri que parecía estar destinado a escribir su nombre en la Primera. Sin embargo, el rosarino sorprendió a todos: dejó de entrenarse sin previo aviso y, a los pocos días, se confirmó que había partido a Italia. Amparado en la patria potestad, se sumó al Genoa.

El Xeneize movió cielo y tierra para recuperarlo, incluso con abogados y gestiones ante FIFA, pero no hubo vuelta atrás. En la Selección Argentina sucedió la misma ecuación: lo tenían como proyecto a futuro y Hugo Tocalli lo quería en las juveniles albicelestes, pero el Topa, como lo apodaban, decidió otro rumbo. Aceptó vestir la camiseta de Italia.

Con la Azurra jugó en las selecciones Sub 17, Sub 19, Sub 20 y Sub 21, luciendo siempre la ’10’, aunque nunca alcanzó a debutar con la mayor. La ilusión que había generado en suelo argentino se apagaba en silencio.

Forestieri luciendo la ’10’ de Italia durante su etapa como juvenil (Getty).

Un largo camino por el Viejo Continente

La trayectoria de Forastelli por Europa sigue sumando kilómetros. Los primeros años pasó por Siena, Vicenza, Málaga, Empoli, Bari y Udinese. Previo a vivir su mejor momento deportivo en Inglaterra, supo ilusionar al mundo del fútbol cuando en 2009, en Málaga, estuvo entre los 40 nominados al Golden Boy, el galardón entregado por la revista Tuttosport al mejor futbolista europeo menor de 21 años. El trofeo quedaría en manos del brasileño Alexandre Pato, y el sueño de Fernando parecía esfumarse. Hasta que pisó suelo británico.

En 2012 llegó al Watford inglés, donde mostró aquellos destellos que lo caracterizaron en Boca. Allí jugó 92 partidos y convirtió 21 goles. Su mejor versión, sin embargo, se vio en Sheffield Wednesday, cuando en la Segunda División disputó 134 encuentros y marcó 40 tantos.

Forestieri alcanzó a disputar más de 200 partidos en el fútbol inglés (Getty Images).

Tras casi una década en Inglaterra y más de 200 partidos en total, Forestieri regresó a Udinese en 2020, donde compartió plantel con Rodrigo De Paul, Nahuel Molina, Roberto Pereyra y Juan Musso. La expectativa era alta, pero la pólvora se le mojó: apenas 4 goles en poco más de 20 partidos repartidos en dos temporadas. Pese a ello, a los 30 años, logró reconvertirse lejos de los grandes focos del Calcio o la Premier League.

Nuevas experiencias

En 2022, firmó con Johor Darul Ta’zim, el gigante del fútbol malasio. Allí encontró un segundo aire y se transformó en ídolo: 72 partidos, 50 goles y 25 asistencias, con títulos y noches de inspiración. En un rincón inesperado del mapa futbolístico, Forestieri grabó su nombre con la contundencia que tantas veces había quedado pendiente en Europa.

Fernando Forestieri durante su paso por Malasia (Getty Images).

Hoy, con 35 años, decidió abrir un nuevo capítulo en Chipre, fichando por AEL Limassol, donde aspira a seguir por el mismo camino. Atrás quedó el quiebre con Boca, las juveniles de Italia y los flashes del Golden Boy 2009. Tal vez sin la gloria que los directores deportivos imaginaban, pero forjando una carrera en la que nunca dejó de reinventarse.