Lucas Castromán surgió de Vélez, tuvo un muy buen paso por Lazio, quedó a las puertas de disputar el Mundial 2002 con la Selección Argentina, estuvo a punto de jugar en River, pero optó por irse a México luego de una tensa situación con la dirigencia riverplatense, tuvo un corto ciclo en Boca y finalizó su carrera en Racing allá por el año 2010. En diálogo con el periodista Rodrigo Rea, el ex mediocampista repasó todos los temas de interés.
Castromán llenó de elogios a Marcelo Bielsa
En Vélez, Lucas Castromán lo tuvo a Marcelo Bielsa y así habló de él: “Me enseñó no solo cuestiones tácticas, sino a ser una persona íntegra. Después de él, que fue el primero, es como que sabía todo, no necesité que otro técnico me corrija algo. Me convirtió en un profesional con todas las letras y eso me hizo ir a Europa y no sufrir el cambio”.
“Buscaba en cada técnico que tenía buscaba algo más, nadie me dio lo que daba Marcelo. El futbolista en ese momento era de otra manera, eso le servía a Bielsa, hoy son distintos. En esa época Marcelo era un adelantado. Hoy se entrena como lo hacía él hace 25 años”, agregó Castromán.
¿Por qué no jugó el Mundial 2002?
“Sabía que estaba en la lista de convocados, pero el último partido con Lazio me fracturé una costilla en la semana previa. Me perdía un mes, Claudio Vivas me llamó consolándome y respondiéndome que iba a ir al mundial. Siempre me pregunté qué hubiese pasado si hubiese ido”, afirmó Castromán.
El pase frustrado a River
Luego de jugar en Lazio y Udinese, Lucas Castromán volvió a Vélez en 2004 y allí permaneció hasta 2007, cuando lo fue a buscar River, pero finalmente optó por irse a América de México. El mediocampista contó una incómoda situación que vivió con la dirigencia del Millonario: “Estaba en Vélez, antes de irme al América. Por una cuestión económica me convenia México obviamente, pero ni siquiera me convenía irme a River económicamente comparándolo incluso con Velez, en ese momento estaba acordado, pero desde la dirigencia de River me dijeron que tenía que bajarme los pantalones para jugar ahí, yo dije que jugaba en Vélez y sabía lo que valía”.
Su paso por Boca
En 2008, Lucas Castromán jugó en Boca y fue campeón de la Recopa Sudamericana y el Apertura. Así recordó su ciclo en el Xeneize: “Es un mundo difícil, Boca me había hecho un contrato por 200mil dólares y tenía futbolistas de la cantera que estaban por delante mío como Tito Noir y Lucas Viatri. Ellos eran de la cantera del club y tenían mayor poder de reventa. La verdad que me tocó justar por esa política de venderlos a ellos me tocaba esperar mucho y no tenía mucha paciencia. Un día le dije a Carlos Ischia, que si le dificultaba ponerme que yo entendía todo pero que no me cites, jugábamos liga, copa y recopa y dormía en los hoteles, pero no jugaba. Carlos siempre me quiso dirigir, y el me pidió para Boca, pero no lo dejaban. Era más político que futbolístico”.
Además, agregó: “Llegaron a decir que vivía lesionado, que estaba mal y la gente cuando me veía entrenar y salía a firmar autógrafos me preguntaba porque no jugaba yo. Ahí decidí irme a Racing porque sabía que no iba a tener lugar. Se hablaron muchas boludeces en esa época, dijeron que yo en un momento estaba en pareja con Piazza, Caranta con Noir que nunca existieron. Daba bronca porque ensuciaban gente con una gran calidad humana, llegaron a hablar de Ischia sobre su hija. Esas cosas dolían”.
Castromán habló de Racing y el final de su carrera
Entre 2009 y 2010, Lucas Castromán vistió la camiseta de Racing y así lo recordó: Viví presiones que no había sentido nunca como la de descender, llegué después que jugaron la promoción. Teniamos que hacer muchos puntos. El club estaba devastado en todos los ámbitos. Molina y Podestá tomaron la dirigencia y venían de la presunta barra que había. Me pone feliz verlo hoy y haber sido parte de la reestructuración del club”.
Además, se refirió al final de su carrera, a los 30 años: “El ambiente como se ve, si bien es muy hermoso, es hostil y dificultoso. Tiene muchas presiones e injusticias, uno muchas veces se prepara al 100 por ciento y quizás por no pertenecer a un club o a algún negociado, porque tienen que vender si o si a tal o cual jugador, pero te cierran las puertas”.
“Esto me fue desencantando del fútbol e hizo que me retire y me duela tanto al punto que estuve 10 años sin mirar un partido de fútbol. Como dijo Almeyda, creen que somos maquinas, que no sufrimos. Si hubiese habido redes sociales dejaba a los 22 años, hoy hasta se escudan en nombres falsos”, completó Castromán.
