El 4 a 0 de Boca a Defensa y Justicia dejó varios títulos. El primero es que el Xeneize de Riquelme es de cabotaje; El segundo que el hombre-gol es Milton Giménez; El tercero que Fernando Gago cambió; Y el cuarto que hay vida después del fracaso en la Copa Libertadores.

Es que mientras River no le hace goles a nadie, al equipo de Pintita se le caen con Giménez, con Miguel Merentiel que marca cuando entra y ahora con Edinson Cavani que se sacó la mufa y pudo gritar.

Además, lo más difícil de creer es lo que está pasando porque después del golpazo ante Alianza Lima, el equipo renació y ya lleva tres victorias consecutivas que por la Copa de la Liga son seis, si se suman las tres anteriores a la catástrofe contra los peruanos. Todo esto lo convierte en un candidatazo al título.

Pero nada es tan llamativo como la metamorfosis de Gago. El DT pasó de hablar de “competir” a decir que hay que ser campeón, de jugar de una determinada manera a romper el manual e ir por los contra ataques y el juego directo. Es más, Boca ya no juega con extremos y a la posesión, sino que lo hace a lo Bianchi: 4-3-1-2 y a sobrevivir para ser campeón.

Además, en los nombres, Pintita pasó de confiar en Luis Advíncula y Juan Barinaga a quedarse con Lucas Blondel y por el lado izquierdo Marcelo Saracchi, que era capitán fue borrado por Lautaro Blanco. Se suma a esto la inclusión de Kevin Zenón y el doble 9 ya sin Exequiel Zeballos de extremo.

Está claro que ahora Boca tiene que ser campeón, está obligado. A nivel local este equipo de cabotaje puede soñar.