“No se apuren en irse”. Es un pedido casi desesperado de muchos argentinos. No hay apuro. Si sos buen futbolista, vas a tener oportunidades en el futuro. Es un tema difícil porque se involucran también temas personales y las decisiones que toma cada jugador. Pero, el punto es que hay que estar preparado para cuando llegan esas chances y, muchas veces, los futbolistas argentinos, los más jóvenes en general, se van sin estarlo tanto, a nivel físico y futbolístico.

En el fútbol argentino, en el último tiempo, la venta de jugadores demasiados jóvenes al mercado externo se ha vuelto una constante. Y se tratan de casos de futbolistas que todavía no mostraron su máximo potencial o estan cercano a ello, pibes que no ganan demasiada continuidad y no tienen demasiados momentos brillando en el torneo local.

El caso más claro y reciente es el de Claudio Echeverri, quien se fue de muy chico y hasta apurando su salida al Manchester City y no tuvo muchos momentos de gloria en el medio local, sí a nivel juvenil de selección, pero no en River. ¿Está preparado o no? Es difícil definirlo, pura futurología. Pero, sobran ejemplos que apuraron su salida, a algunos les salió bien y a otros no.

Hay jugadores que demuestran su valía en un entorno conocido o familiar como es Argentina. Y al primer enfrentamiento con el mundo exterior no les da demasiado. Tal vez nunca fueron lo que prometieron y es duro decirlo. Pero hay otros que estamos convencidos que tienen un potencial enorme como el caso de Valentín Barco.

Nadie puede dudar que tenga calidad, la tiene, pero siempre se dudó de dos cosas: su mentalidad para el fútbol del exterior, para brillar en Europa, muchos decían que tenía la personalidad para liderar ofensivamente a Boca en la Copa Libertadores, por lo que debe tener ese carácter. Y otra duda era el físico: de momento, jugó en Brighton, fue cedido a Sevilla y ahora jugará en Estrasburgo. Ya pasó por tres equipos y todavía no sumó 800 minutos en Europa. ¿Apuró su salida? El propio Juan Román Riquelme, presidente e ídolo de Boca, había dicho sobre él que era un “atorrante con mucha calidad”, pero que “le faltaba crecer”.

Ezequiel Barco es otro caso de los últimos tiempos. De muy chico brilló en Independiente, destacó a nivel local e internacional y fue líder en momentos determinantes. La necesidad del club de Avellaneda y del propio jugador hicieron que se vaya a la MLS que, en 2018, era una liga de retiro. ¿Tenía para más? ¿Podía haber ido a otro lugar? No lo sabemos. Su calidad estaba a la vista y era muy chico, pese a brillar. Sin embargo, como le pasó a otros, eligió un destino flojo como vidriera y le costó salir de ahí para terminar jugando en River.

Thiago Almada es otro ejemplo de jugador que le costó muchísimo salir de la MLS. Sacó diferencia en cuanto a nivel ante compañeros y rivales, pero tuvo que irse a Botafogo de Brasil, top en cuanto a ligas en Sudamérica, para poder saltar a una de las 5 ligas más importantes de Europa finalmente (al Olympique Lyon). Le costó por mucho tiempo salir de Estados Unidos, de esa primera decisión que tomó.

La vía de la patria potestad: la polémica entre casos positivos y negativos

Otros jugadores optan por la vía de la patria potestad que, si bien es legal, es un tanto polémica. Algunos casos salieron bien como el de Esteban Cambiasso o Fabricio Coloccini. Más cercano en este tiempo, Giuliano Simeone se fue de River de esta manera y hoy en día brilla en el Atlético de Madrid.

Giuliano Simeone está en un gran momento en el Atlético de Madrid (Getty Images).

Cada caso es un mundo. Otros no han salido tan bien como los casos de Leonardo Suárez, Benjamín Garré o Santiago Ramos Mingo son paradigmáticos porque nunca pudieron asentarse afuera y, aunque prometían un montón, de momento, no lo demuestran. El último, el ex Boca, de hecho, llegó hasta el Barcelona, pero no se asentó.

¿Qué le deparará a los jóvenes del fútbol argentino actual?

Así, los nombres de Agustín Ruberto, Ian Subiabre, Franco Mastantuono, Álvaro Montoro, Elián Irala, Tobías Ramírez, Tomás O’Connor despiertan nuestro máximo interés y preocupación a futuro. Un tiempo en Argentina, tal como hizo por ejemplo Alan Varela, quien no apuró su salida de Boca, seguramente los potencie y los mejore, precisamente, para estar más listos al mundo exterior.

Veremos qué le depara el futuro a Claudio Echeverri y a Aaron Anselmino. El primero no pasó los 50 partidos con River, mientras que el segundo ni llegó a 25 encuentros en Boca. Ambos tienen destino de Premier League, la mejor liga del mundo, y vienen desde el fútbol argentino. El apuro es, obviamente, por una diferencia económica, salvar familias, carreras, crecer futbolísticamente y, por supuesto, esa obnubilación de jugar en Europa, sobre todo, teniendo en cuenta que el fútbol argentino no atrae.

Según Transfermarkt, desde que empezó esta temporada 2024-25, hubo 240 transferencias o movimientos de jugadores. De ahí, 56 operaciones involucraron dinero, cesiones pagas o ventas. Entre los Sub 23, hay casos como Anselmino o Tomás Palacios, que salen con menos de 30 partidos a la élite europea. Mientras que otros como Benjamín Domínguez rozan los 90 encuentros y también van al ‘Viejo Continente’ y, en ese caso, brilla en su equipo, Bologna.

Por eso, no es una ciencia exacta esto. Leonardo Balerdi, con 19 años, se fue de Boca con sólo cinco partidos disputados. Le costó asentarse en Alemania, un destino difícil, sobre todo para los argentinos por cultura e idioma y si no, pueden preguntarle a Exequiel Palacios o a Lucas Alario. Hoy, Balerdi es titular en Olympique de Marsella, alternando buenas y malas, pero siendo parte de la Selección Argentina.

Hay un caso que me parece el más indicado para esto que es el de Alejo Véliz, se fue con 19 años a Europa, lo mismo paso con Santiago Castro. Ambos son ‘9’, y jugaron 63 partidos en la liga local. Pero, mientras que Véliz va de cesión en cesión, Castro ya es nombrado como el nuevo Lautaro Martínez desde Bologna.

La globalización permite que, sin pasar por los 5 grandes de Argentina, Rosario Central pueda vender al Tottenham o al Brighton, equipos dominantes en Inglaterra, o Gimnasia y Esgrima La Plata o Vélez pueda enviar a alguno de sus jóvenes a Italia. Las opciones son muchas y muy seductoras, pero ahí depende de cada pibe valorar: ¿Estoy listo o no? Ejemplos para iluminarse, sobran.