Fiel a sí misma, sobre todo. Adentro y afuera del tatami. Para Paula Pareto nada parece haber cambiado tras su retiro deportivo (profesional) del judo luego de su séptimo puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 . O sí. Acaso, dependa del prisma con el que se la observe. Basta verla en sus redes sociales realizando ejercicios complejos para pensar que la Peque sigue preparándose para competir. Pero no, tal como ella lo cuenta se trata apenas de un mantenimiento físico. Ello, bajo la órbita Pareto, en verdad, parece más afín a una deportista de alto rendimiento. “He cambiado la rutina de entrenamiento, desde lo físico se mantiene como se ve en los videos que subo pero no hago judo. La cambié por la bicicleta, más que nada para poder trasladarme de un lugar a otro, pero termino haciendo de 30 a 60 kilómetros en una semana que antes era imposible y de a poco lo fui incorporando” , contó la atleta de 35 años (16 de enero de 1986). “Me gusta mantenerme activa porque soy hiperquinética, es un hábito saludable hacer actividad física pese a que ningún extremo es bueno, porque el alto rendimiento no es saludable pero si estar en movimiento. Igual yo me desafío hasta andando en bici, cómo se ven en los entrenamientos que son un poco más locos que otros, es la forma que encuentro para mejorar en el día a día y no caer en la monotonía” , agregó en una nota que le concedió a Por Deporte, el programa deportivo de Relatores que se emite todos los martes, desde las 21, por la app y por la plataforma Twitch .

La campeona olímpica en Río 2016 y medalla de bronce en Pekín 2008 , asimismo, contó que en los últimos tramos de su carrera la planificación suya y de su entrenadora Laura Martinel “era más mantener la forma física, por lesiones acumuladas de meses y años, además de la pandemia que no nos ayudó” . Y añadió: “Desde lo mental siempre estuve organizándome bien los tiempos, entre las clases virtuales y presenciales, con los entrenamientos de judo en burbuja y luego las aperturas. Todo en el día a día era incertidumbre, pero necesitaba organizarme lo más posible para rendir al 100% en Tokio y sin dejar de lado la parte médica porque terminaba mi carrera, con el examen que me otorgaba el título. Se me juntó todo, pero por suerte salió todo bien” .

La judoca nacida en San Fernando admitió que aún no deja de sorprenderse por el reconocimiento que recibe casi a diario. “Hace unos días compartí un reconocimiento que me habían hecho en un jardín, con un dibujo en la pizarra por el Día del Judo y me nombraban, en un lugar que no tengo relación alguna. Y así de diferentes lugares, es un lindo mimo que me hace la gente, no lo espero y me sorprende, que me felicitan incluso también por esto de hacer una carrera médica. Agradezco a todos lo que lo hacen” , detalló.

Para la médica especializada en traumatología, sumarse al Comité Olímpico Argentino (COA) implicará, desde su Mesa Directiva, hacer el nexo entre el deportista y el dirigente. “Antes, para muchos asumir un puesto dirigencial estaba mal visto porque estaban mal usados. Creo que ahora están mejor interpretados por los que los hacen. Esa es la idea de Mario (Moccia) como el presidente del COA y de su equipo de trabajo, que lo demuestran junto con el ENARD haber cambiado la idea de lo que es un dirigente”.

Para Pareto, en suma, se trata de lograr un cambio de mentalidad para que “los chicos crezcan con la idea que hay buenos dirigentes para ayudarlos”. Su plan, a simple vista, parece sencillo: generar el nexo entre deportistas y dirigentes. “Sabiendo que fui deportista, que los entiendo y que los apoyo al 100%, para que los deportistas confíen en mí al igual que los dirigentes. Ojalá pueda ayudar a las dos partes, esa es la idea”, explicó.

En un tiempo libre de su guardia médica, la ex judoca afirmó que se retiró cuando lo sintió, cuando creyó que era el momento indicado. “Me retiré dejando todo, cuerpo, alma y físico, llegué remando hasta la última gota. Fui fiel a mi estilo de vida, de dar todo hasta el final. Si bien mi idea principal era retirarme en Río, sentí que me quedaba mucho para dar y por eso seguí. La pandemia me postergó un año la retirada, lo extendí un poquito pero sabía que era lo último, lo veía en el día a día, lo que pasaba en los entrenamientos. Di todo, estoy contenta que haya sido así, no me quedo con ganas de nada, di hasta lo último. Llegué preparada para lo que enfrentábamos, dejé todo y mucho más” .

Pareto, que ahora sostiene tener otras cosas en su cabeza, otro foco y, por ello, cerró su carrera en Tokio 2020. “Todo mi espíritu competitivo quedó en Tokio y feliz que haya sido así por retirarme en un Juego Olímpico. Mi último entrenamiento fue en el Kodokan, en la cuna del judo, y no hay muchos deportistas que puedan decir eso y eso lo tomo como positivo, para un fanático del judo es una locura, no me puedo quejar de nada”, comentó.

Paula Pareto, en acción (Archivo)

Su hoy, su aquí y ahora, si bien la tiene alejada del tatami, a su vez, la tiene cerca porque ahora es parte de la Comisión de Atletas de la Federación Internacional de Judo y allí cree que también puede aportar su experiencia. “Hace unos días bajé las reglas nuevas de la WADA por el doping, algo que nunca me había llegado como atleta y me hubiese gustado tenerlo para darme tranquilidad, no es la gran cosa pero es un granito de arena. Se me acercó gente para pedirme cuestiones en el judo y otros deportes, la intención es hacer ese nexo, pasar información” , detalló. Y cerró: “Estoy yendo a ver a las chicas los días que hacen lucha en entrenamientos, me doy cuenta que les gusta y me pone contenta porque sé que confían en las indicaciones que se les dan, ahora desde otro lado. Voy a seguir yendo dentro de lo posible. Me veo en el rol de entrenadora, ya estaban antes de retirarme, pero desde afuera hacerlo es una alegría enorme” .