Miles de personas han logrado llamarse a sí mismos luchadores, al subirse a un ring y enfrentarse al desafío físico y mental que representa hacer una performance arriba del mismo. Algunos cuantos seleccionados han tenido la suerte de llegar a la WWE, son contados los que fueron exitosos y apenas un puñado, los que entran en la conversación sobre el mejor de la historia.

Sin lugar a dudas, si uno de los factores que se utilizan para definir ello es la longevidad en la industria, Chris Jericho es uno de los primeros que aparece en la cabeza de cualquier fanático. Sin embargo, y aunque el canadiense se reconoce entre los nombres más importantes de la industria, hay un luchador que, para él, está por sobre los demás.

Y ese es el Heartbreak Kid, Shawn Michaels. “Creo que Shawn Michaels es el mejor luchador en ponerse un par de botas“, dejó claro Jericho en un Q&A algunos años atrás. “Para mi, por lo que me gusta ver, por haberlo enfrentado, no creo que nadie que se haya puesto un par de botas lo ha hecho como él, jamás“, argumentó el seis veces campeón mundial en WWE.

Jericho hizo mención a varios otros luchadores, pero ninguno como HBK

The Rock está ahí arriba, la gente se olvida lo buen luchador que era porque ahora es tan grande en Hollywood. Creo que Rey Mysterio es un luchador tremendo, Ultimo Dragon fue uno de los mejores con los que he estado en el ring”, destacó sobre algunos rivales que ha tenido a lo largo de su carrera.

Ricky Steamboat era tremendo, Edge, CM Punk, me encantó luchar con Roman Reigns, es muy bueno. Hay muchos grandes luchadores a lo largo de los años, pero si tengo que reducirlo a un sólo luchador, es Shawn Michaels“, sentenció.

Jericho y Michaels tuvieron una bien documentada rivalidad a comienzos de la década, con el regreso de HBK tras la lesión en su espalda que casi acaba con su carrera. En 2003 se enfrentaron en un recordado combate en WrestleMania XIX, la cual terminó en victoria para Michaels.

Luego de la misma, se abrazaron y Jericho le dio un golpe bajo en lo que se recuerda como uno de los momentos más icónicos del magno evento. Para 2008 revivieron su rivalidad cuando Jericho era campeón mundial pesado, y en el PPV No Mercy tuvieron un combate de escaleras por el título, donde Jericho se alzó con la victoria.